De los hombres con alma A los que nos dedican grandes obras que aumentan el espacio de la vida a menudo la suerte los convida en sus falsos festines con las sobras Pero ellos continúan sin zozobras porque saben que el alma no se oxida y que al final la suerte seducida ha de ser por sus mágicas maniobras Ellos saben que el alma es una ola que por sus propio impulso se levanta un fuego en el que el hombre no se inmola Y que el alma no es libre si no canta aunque deba a menudo cantar sola o teniendo un puñal en la garganta. De silencios y de voces Harto ya de escuchar sus necedades beethoven entendió que había llegado el momento de aislarse de los hombres Cerró entonces para ellos sus oídos que enfermaron a fuerza de escucharlos y encontró en el silencio nuevas voces Quien sabe si en ese áspero aislamiento donde se hace más hondo el pensamiento no hablaba este coloso con los dioses Quien sabe si el silencio más profundo no es en verdad un diálogo fecundo que nos inspira nuestras creaciones. Místico número 1 Al cabo de un incierto itinerario que realizar de nuevo no podría persiguiendo una incierta fantasía llegó hasta un sitio extraño y solitario En el lugar _acaso imaginario _ que al hombre familiar le parecía anduvo sin ninguna compañía sin dirección , sin rumbo y sin horario. Al encontrarse ante las altas puertas que encierran los misterios insondables notó que éstas se hallaban entreabiertas Entre destellos casi insoportables pudo entrever , por fin ,las cosas ciertas que son para nosotros inefables. La sombra de la vida En cierto modo la vida se ha terminado hace tiempo la nuestra es solamente un simulacro y sin embargo aún quedan poetas que quieren en sus versos decir algo rescatar esos nobles sentimientos que hace tiempo los hombres olvidaron . Resulta tan difícil e improbable que esta continua marcha descendente modifique sus triste trayectoria pero el poeta vive a contramano y con su voz de aliento nos demuestra que no todo está dicho y calculado que aunque el hombre se encuentre prisionero en un mundo de máquinas y cifras el espíritu humano es muy rebelde y a veces se permite una sonrisa . El sonido del agua En nuestra eterna lucha no hay descanso apenas se descuida una persona le pasa por encima la existencia . El río no contempla los objetos que en su interior arrastra y ocurren en el mundo tantas cosas que a veces no parece pasar nada. En su trapecio trágico Nuestras palabras flotan en un etéreo espacio muy cerca de la nada ¿que duende las mantiene en su trapecio trágico y hace que por cansancio no decaigan perdiéndonos para la eternidad ? Acaso sus multívocas maniobras nos puedan conducir al fundamento. Acaso al pronunciar ciertos vocablos nuestros labios se rocen en un beso con lo más imposible e inefable. Acaso al escribir ciertos poemas nuestras manos cansadas de fantasmas encuentren finalmente lo que hay.