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Desde 2001, difunde la literatura y el arte — ISSN 1961-974X
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Poesía
4 6 2007
Algunas poesías escritas por Juan Pomponio durante su itinerario
POESÍA DE AGUAS ETERNAS Una leve bruma marina flota sobre las olas como un difuminado mágico traza figuras transparentes. Una barca atraviesa el horizonte el sol una esfera roja como un sello candente de otros tiempos: las olas traen espumarajos de fuego. Otra barca bordea la costa. EN LA TIERRA DE CÉSAR VALLEJO Óvulos impávidos observan el trayecto de la simiente guerrera. Pasan las aves del cielo con dedos manchados en tinta limeña tinta limeña de ser una realidad entre todos aquellos hombres y mujeres caminando en las calles quemadas de sangre antigua, lazos quebrados roturas sociales, masas oprimidas por el brillo metálico de corolas encendidas en fuegos invernales. EN LA ALDEA DE PUERTO COLOMBIA Una barca sin nombre ingresa en la profundidad nocturna del mar portando redes milenarias ¿Atrapará sirenas encantadas? Mucha luz EL INCIDENTE DE JUAN

Viernes 23 de marzo de 2007

El ómnibus trepaba lentamente la cordillera por sexta vez en mi viaje. El viaje era plácido. La belleza de los cerros impactaban por la frescura de la vegetación. La noche estaba llegando con su viaje esencia de milenios. Al dormitar durante unas horas, ya siendo noche oscura, oigo rumores en la parte delantera del bus. "Se cayeron algunas maletas". "Serán las mías dice un pasajero". La mía no puede ser, pienso yo. Luego me digo: ¿Y por qué no pueden ser las mías? ¿Quién soy yo para no perderlas? La cuestión es que, cuando me arrimo al frente del bus, ERAN LAS MIAS. Se cayeron en una de las tantas curvas. La maleta grande y un bolso de mano. El chofer pega la vuelta y comenzamos a recorrer la ruta hacia atrás, a unos kilómetros encontramos la maleta de mano, misteriosamente intacta y con el manuscrito inédito de la novela "Krishan. El hijo del Sol", algunos libros, y una botella de aguardiente que misteriosamente no se rompió. Seguimos avanzando, y luego encontramos un revuelto de ropa, unos libros de "Salvaje", los folletos de la I Gira Americana, y algunos libros intactos. El resto se lo robaron todo, incluida la maleta. Quiere decir que, en este momento me encuentro con con lo puesto. La empresa me remuneró una parte de lo perdido, pero los libros de otros poetas, notas, casi toda la ropa, se perdió. Pero es parte del viaje, no puedo ni pienso caerme por esto. Todo lo contrario. En este momento me encuentro en Cúcuta, a pocos kilómetros de la frontera con Venezuela. Estoy saliendo en media hora hacia San Antonio para embarcarme hacia Mérida (Venezuela). EL ACCIDENTE El cruce de la cordillera colombiana me llevó a estar en un estado de no saber si llegaba a mi destino. Fueron mas de 30 hs de Quito a Ibagué. La noche era oscura mientras trepábamos hacia los 3200 m. de altura. Iba sentado en el primer asiento observando los precipicios. El conductor del ómnibus era un ser alienado que manejaba peor que una bestia. De pronto comenzó a llover, luego apareció la niebla, y éste loco iba a una velocidad fuera de lo común, tomando las curvas mortales como venía, traspasando otros carros. Entre los flashes de los faros de los autos, camiones y ómnibus que bajaban, resaltaban las cruces blancas al costado de los abismos, recordando viejos accidentes. En una de esas tantas curvas, VI como el ómnibus se precipitaba al abismo hasta que de pronto chocó contra la baranda metálica impidiendo nuestra caída. Lo vi, JURO que nos CAIAMOS, todo fue en un segundo de locura. Dio marcha atrás y siguió como si nada. Más arriba, cuando quiso traspasar en otra curva asesina a otro camión, lo chocó de costado y ahí quedamos varados una hora. Fueron más de dos horas trepando la cordillera y una hora y media para descender hasta llegar a las tres de madrugada a la ciudad de Ibagué. A pesar de todo lo que viví, no tuve miedo porque en un momento determinado me entregué a lo que tuviera que pasar. Pero siempre con FE. Estoy acá queridos amigos, en ésta bella tierra colombiana. Preparando otros recitales y demás eventos. EN LOS CERROS El acto religioso de una flor me abre las puertas del Misterio, veo las tramas invisibles del cielo pintado en cada pétalo de noche. El brillo de una luna gorda blanca de amor palpita entre los pinos. El canto de los grillos escondidos cubre las huellas de los ángeles en la orilla del río.
acerca del autor
Juan

Juan Pomponio nació el 23 de septiembre de 1966 en Berazategui (Buenos Aires), hijo de inmigrantes italianos. Diseñador gráfico, profesor de Educaciòn Plástica, profesor de Yoga y maestro de Meditación. Obtuvo premios y distinciones en concursos de poesía y cuentos, entre los que se destacan el 1er Premio en el Certamen Literario de Poesía “Almafuerte 1997”, organizado por Radio Universidad Popular de La Boca y otros premios. Fue también finalista del X Concurso internacional de Cuento Corto “Querido Borges 1997”, organizado por el “Liceo Internacional de Cultura” de La ciudad de Hollywood, California, EEUU. El título de su cuento es “Una Lágrima Dorada de Cristal”. En el año 2003, obtuvo una Divisa Honorífica Nacional por su libro “Salvaje”, otorgada por el Instituto Literario “Horacio Rega Molina”, en la ciudad de La Plata, Buenos Aires.