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Desde 2001, difunde la literatura y el arte — ISSN 1961-974X
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Poesía
1 10 2006
Bellisima soberbia y dos poemas de Juan Manuel Faccio
Bellísima soberbia Cuidado Neptuno, se escuchó el grito los mares caían, estruendosos en su pedido cuidado Neptuno, repetían una y otra vez que el poder de un tridente, no te ciegue permite a tus inocentes ojos, saber la verdad no les niegues que el presente, camina bajo ellos quita de tus jardines, aquellas rosas, las que no tanto ni tan rojas, ni tan rosas, inflan ese orgullo farsante como tus atributos, cuidado Neptuno sabes bien, que el aroma dulce de sus venenos es la suma de los vicios, en velo de mentiras atrévete deidad, no caigas, que tus rodillas no se tiñan en el rojo barro, oleos pintados, acorazados traidores anidan, devorando las riquezas de tus puertos no niegues a esos ojos, en ellos brilla la única la incorruptible, la fugas y escondida esa que todos llaman, pintan y escriben pero nadie, ninguna gacela alcanza en sus trotes la realidad, que suave y peligrosa se arrastra tras sus vendas de ficciones basta, fue el último suspiro en esos labios extensos campos, de sensualidad florecida maleza, parásito vegetal, usurpador usurpado juegan sobre el reflejo de tus contornos esos que a lo largo, todo otoño atrapara con saña pintándolo de rojos y amarillos, un ocaso más no caigas presa, suave inocencia en la desesperanza de los pétalos que se encargara, de agriarte el vino desflorado en las perversas garras de la sombra aleja de tu vientre fértil, el simiente de la mentira y niégale a tus manos acariciar su rostro que se deshace, victima sutil de tus antojos que se vuela, en las alas del tiempo raptor de la belleza, de esa ilusión que tras el último acto, descorre las cortinas dejando ver el gusano en la manzana. Cambio de Estación Y las hojas otoñales se volaron con el primer grito de guerra de otra primavera más sangrienta que romántica. Cortó el tiempo en mil pedazos volviéndolo eterno; arrancándome las entrañas del alma. El dolor dejó ya el sabor amargo, para convertirse en dulce agonía. Lo que fue ya no es, simplemente transformado en algo nuevo, sin final. Solo otro comienzo; una rueda, un giro, otro eslabón en la cadena. Erosión y derrumbe de lo indestructible, el guerrero se cae y la putrefacción avanza, el mundo con las esperanzas de futuro cuando el futuro ya es pasado. Y,¿qué queda aparte de la nada y el vacío? El cambio de estación se ha llevado algo mas que días en un calendario, ese pedazo de vida que se convierte en muerte, el proceso, el nacimiento prediciendo un final inevitable. Y las estaciones pasan y erosionan mis facciones y la piel se reseca, se cae como arenilla y la esfinge otra vez comienza a ser solo una piedra y otro otoño se termina. Y mi cuarto de eterna madera se cierra. Palada tras palada. Estupro Entonces abre los ojos y cae en el desequilibrio del aire Deja que sus garras sutiles sequen esas mejillas torturadas Y que la furia carcajada de la vida ciegue toda escucha vanidosa Que un plumón de hojas grises te acoja entre sus brazos de otoño Vive la libertad de la soga al cuello; del péndulo irónico Que en su existencia de vaivén esclavizado Le devuelva al vientre el resabio de mil orgasmos recónditos Así cuando los besos fríos de la hipocresía calculada Con su sabor de labios terrosos, y caricias de roca Atraganten la urna virgen de santas marías Muertas en religión de madre, pero sin aún conocer ni los placeres de la culpa deseada ni el dolor de la pérdida del himen Así entrégate al afecto de la pared en derrumbe A la sensación cósmica de caer en pecado Dejando que una daga de mil caricias y dulces mentiras Penetre en lo blando del pecho inocente Y juntos, bajo el beso eterno del relámpago Abrazaremos las lágrimas de la inexperiencia Disfrutaremos la libertad de la soga al cuello Y el aroma dulce de la pared derrumbándose Mezclado en el almizcle de jardines en sequía
acerca del autor
Juan Manuel

Juan Manuel Faccio nació en Bragado, pueblo de la provincia de Buenos Aires, en 1982. A los cuatro años, su familia se instala en Neuquén, y allí vive hasta el día de hoy. En esa ciudad ha cursado sus estudios primarios y secundarios. Siempre fue adepto a la lectura, instado desde chico por su familia de docentes. Sus autores favoritos son Julio Cortázar, Ernesto Sábato, Gonzalo Arango, Charles Bukowsky, etc. Ha publicado cuentos en varios portales de la web.