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Desde 2001, difunde la literatura y el arte — ISSN 1961-974X
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Poesía
11 9 2006
Cuatro poemas de Pablo Guevara
DOS MONARCAS Amo al pescado, el plateado monarca que se agita en mis manos. Yo lo escucho y lo miro vibrante en mis sentidos, tal vez como en las costas libres de alguna gran bahía donde no hay pescadores que sumerjan sus redes. Fabulosa materia que me intriga los ojos, dinos, ¿fue feliz este espacio de aleteos dorsales? Surcador de los sodios, ¿fue feliz este estado del ser temblando en la ansiedad, pero que nunca supe si es que huía o partía hacia costas o límites? Oh, habitante del mar, —otro reino que es el mío— oh, querido, necesito saberlo. Hoy estamos cogidos. Y tú extrañas el mar. Y yo extraño el amor. Si sonara el amor extenso como el mar. Oh, querido. (De Retorno a la creatura) CANTO XI LAS TORTUGAS Ajenas a la vida de la justicia y la injusticia y bajo los cielos rojos las tortugas pasan con su casa de mil lados a cuestas… Pasan, ignoradas de los hombres, las arrugadas que nunca estuvieron presentes en los asesinatos; en tanta noche humana son la imagen feliz de polícromos palacios y cabañas que nunca han hecho sombra a la existencia; pasean, comen, procrean, van a dormir, en las concavidades de las playas calientes escuchan la voz de palmeras, sueñan. (De Los habitantes) LOS ECUESTRES Mi país enrumba hacia Nacimiento y hacia Extremaunción, a la gloria de las destrucciones en este Orden atormentado. Aunque hay niños que se arrojan enloquecidos y luchan por los xxxxxxxxxxxxxxxxxvalles y los viejos dicen que se arrojarían prestos a despanzurrarse por las inscripciones en sus arcos votivos —diciendo que mueren así por sus principios— la mayor parte de muertos son jóvenes: ellos amanecen apasionadamente encarcelados, apasionadamente apaleados, apasionadamente acuchillados, xxxxxxxdesmembrados, bombardeados; aves rapaces basureras oscurecen los cielos xxxxxxxxxxxxse posan en mis hombros vienen a mis sauces y mis alcanfores y me cuentan la Historia que no se daña, hacen imponderables mis escritos, ciudades reginas xxxxxxxxxxxxno os amo pues mil noches necesito para cumplir una bella jornada. II Hay que destruir este Orden Establecido, para levantar la res-plan-des-cien-te-casa-de-psyché en el vasto imperio solar y en el corazón, y atreverse a matar: como el enfermo deshauciado que desarmó a su enfermedad palpando cada día la verdad de sus muros en vez de adivinarlos, y la verdad de su poder —o no poder— para destruirlos. En estos hogares, banderas, templos, instituciones, libros, de leyes, de misas, de cocinas, de contabilidades, deidades no sois más mis amigos, nunca lo fuísteis, sois mis enemigos. Jamás el más mínimo cultivo, ni cocina ni sazón; carne, alguna vez, cruda o semicocida por el calor de los muslos xxxxxxxfrotando sobre el arnés; mujeres cautivas, las necesarias para burlar alguna burda jornada, en los carromatos sin roperos ni joyeros ni afeites ni tapicerías; Niños, muchos niños libres, sin propiedades, sin rebaños ni molinos de agua ni molinos de viento ni escuelas xxxxxxxde ésas que domestican la libertad; ambos sexos en toda edad con un mismo vestido, para toda estación un mismo color, con groseras costuras de pieles de roedores salvajes, animales resistentes por muchos años y por todo saludo el saludo del Odio cuando ha sido descuartizado xxxxxxxel Amor. III Como Hunos con cabezas rapadas y trenzas solitarias mirando el horizonte con olores nauseabundos visitando a los amigos y a los enemigos, sentados a horcajadas sobre la realidad, realidad medida, calculada, soñada, admirada toda la vida sobre patas cortas e hirsutas, avanzaron con maestría dueños de sus medios: flechas y caballos. Caracoleando sobre andaluces caballos, los almagristas primero, después los chupeños, sobre morochucos, en las breñas, hoy los guerrilleros, a pie y en asnos y en caballos, también disponiendo de sus únicas vidas cuando nada ni nadie, aparentemente se las xxxxxxxxxxxxpedía en el imperio feudal que mal se disimula con créditos o xxxxxxxxxxxxxparcelaciones, un poema sin sombras me visita, aletea y me hiere y me hace feliz u hosco o desdeñoso de todo bien remoto y de todo bien próximo. Como esos magníficos hombres de los que sólo se hallaron sus vestigios después de mil años (2 o 3 cráneos en Mozonszentjanos —llanuras de Hungría—), así mis hermosos compadres dejaron sus restos en mis montañas Compadre Guillermo, Compadre Paul ya los encontraremos. Llegaron al punto en que se volvió a demostrar que lo habitual y lo cotidiano es la Historia y que vahos, sudores, llagas, imprecaciones, pies como globos, diarreas, caídas, maldiciones a través de muchos kilómetros sin testimonios son la Historia, otra Historia, y destruyeron el Imperio Romano y su injusta PAX. (De Hotel del Cuzco y otras provincias del Perú) UN ICEBERG LLAMADO POESÍA 4 Y de pronto apareció por ahí ese maldito iceberg llamado Poesía o Literatura o Aburrimiento o lo que fuera con la única condición precisa de no devenir en Aburrimiento ni por un instante… Los viajes se podían repetir hasta el Aburrimiento pero una vez llegados allí / a ese cape borrascoso o Cabo de Nueva Esperanza o cabo furioso ¿vencería una vez más el Aburrimiento/ el más temible malhechor de la Antigüedad xxxxxx¿el más temido de los Tiempos Modernos? 2/3 de humanidad padece de hambres crónicas —con frecuencia el tercio restante y muchos de los 2/3 se aburren se aburren inexorable-mente-demencial-mente tonta-mente se aburren se aburren se aburren…. Naufragando a cada momento en un mar de dementes aburridos navegando en los bajeles rutinarios del más tonto aburrimiento en un mar de aburridos aburrimientos… Y había que vencer el Aburrimiento en el mismo huevo a como diera lugar antes que un campesino enorme musculoso se volviera un guerrero lleno de astucias ¡Herakles antes que fueran las Columnas de Hércules! el Peñón de Gibraltar o Escila y Caribdis en el Estrecho de Messina… que nos llenarían de pavor y harían del barco miles de fragmentos aburridos flotando sobre el mar… ¡Y no aburrirse durante cinco días y cinco noches! ¡y poder atravesar el Cabo de Nueva Esperanza con la promesa de poder vencerlo! ¡cómo no salir corriendo a comprar pasajes para esa travesía famosa! Parafraseando a Stevenson: "un barco es como una isla, una porción de sólido rodeado de aburrimiento por todas partes" ¡Qué podía pasar entonces con este mausoleo flotante prometido a la vida y no a la muerte! con más de trescientos metros de eslora y unos ochenta metros de ancho y alto como un edificio de once pisos que parecía haber tenido a la muerte larvada en su seno y estar lleno de adormideras rojas y blancas (opio) Y como yo no era heredero de nada —y no prometía nada a nadie… salvo unas palabras sueltas unas letras apenas garrapateadas… letras por escribir a mediano y a largo plazo aún por redactarse… Yo no podía condenar a nadie a vivir en mi compañía a vivir entre la luz y las tinieblas las tinieblas y la luz y las soledades por muchos años luz… Y yo debía… ¡Jamás aburrirlos!... si sucedía ya sabía a que atenerme… (De Un iceberg llamado poesía)
acerca del autor

Lima, 1930. Poeta, profesor universitario y cineasta. Premio Nacional de Poesía en 1954 y Primer Premio COPÉ de Poesía en 1997. Ha publicado "Retorno a la creatura" (Madrid, 1957), "Los habitantes" (Lima, 1963), "Crónicas contra los bribones" (Lima, 1965) y "Hotel del Cuzco y otras provincias del Perú" (1971). Tras 27 años de silencio publicó "Un iceberg llamado poesía" (Lima, 1998), primera parte de "La colisión", un ambicioso proyecto poético que incluye además los títulos "En el bosque de los hielos", "A los ataúdes, a los ataúdes", "Cariátides" y "Quadernas".