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Desde 2001, difunde la literatura y el arte — ISSN 1961-974X
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Poesía
2 1 2014
Sobre la existencia por Miguel Montoya

EXISTENCIA

Estoy parado frente al poema que aún no escribo,
¿desde cuándo?,
no lo sé, tal vez sea un instante que me pone frente al silencio,
“instante”, que no puedo explicar con la rigurosidad del filósofo,
pero sé que entonces, la Existencia se trae sobre sí misma, y es el Poema…
tal vez, el que aún no escribo o tal vez el que si escribo; y lo importante es el Poema porque lo que importa es “el instante.”
yo soy el tiempo
mientras tanto: entre mi aparente soledad y mi papel en blanco van y vienen seres que amo, no tengo soledad.
Seres que amo y que veo pasar, inaprehensibles,
que miro de lejos y en silencio, íntimamente, como si en esa parte de mi mundo fuésemos sólo dos y sin hablarnos
los veo cerca y los veo lejos, simultáneamente indescriptible y no escucho su voz ni mi voz
escribo y es “el instante”
miro de lejos a mi madre muerta, la veo trajinar con su postura de cansancio, con sus apuros diarios, con su conformidad que escondía cuando callaba;
ahora: ella, disfrutaría de mi prosa,
y pienso en mis hermanos que son mis vecinos en la cotidianeidad de nuestros días, y que no sé si miran de lejos a los seres que amamos de niño
¿son los mismos seres los que amamos?
¿cómo son mis hermanos ante mi madre muerta?
la vieja casa con patios y palmeras donde fui niño y lo sigo siendo, vuelvo a ella desde lejos.
camino con lentitud entre mi aparente soledad y mi papel en blanco,
camino con tranquilidad cuando voy y vengo por los patios, cuando me tomo de las manos de la mamaidad.
miro de lejos mi niñez que se quedó en la casa, para siempre
mamaidad de madre, abuela, tías y tíos.
amo a mi Abuela Elena, que miro desde lejos.
los patios fueron mis territorios; “fueron”… claro: porque fueron en mi niñez
aunque: no podrán destruir la casa con patios y palmeras, la tengo intacta en mis “instantes”; la Existencia se trae sobre sí misma, soy… y es el Poema…
soy el poema que escribo y los seres que amo. los que miro de cerca y los que miro de lejos.
amo a mi mujer, que es el tiempo;
nos amamos en una intersección única de esos tiempos, en la comunidad de esos tiempos por donde van y vienen nuestros hijos;
y tal vez… a lo mejor, vayan y vengan los hijos de nuestros hijos por la comunidad de esos tiempos que somos
finitud, infinitud… salgamos de aquí con la palabra,
salgamos juntos mujer, con la palabra.
no sé qué miraran mis hermanos desde lejos, si es que miran desde lejos.
amo a los animales que tenemos en la casa, que son fuertes y que pueden ser más fuertes pero sólo hasta el límite de nuestra consciencia y entonces dependen de nosotros, casi como nosotros dependemos de nosotros.
amo y eso me salva de la destrucción del cálculo,
pienso y entonces estoy en un lugar recóndito para oponerme a la destrucción del cálculo y a la destrucción del dogma.
escribo… escribo
voy y vengo por mis papeles, que necesito
como voy y vengo por la casa que construimos con mi mujer, al Sur
al otro lado de la vanidad y de las taras del capitalismo
lejos de las instrucciones del poder; en cada sueño, en cada intimidad hacemos nuestro Suelo, hacemos el Lugar… claro: como podemos.
voy y vengo por mis papeles como voy y vengo por la casa que tiene la libertad de la palabra y de los sueños,
y ahí podemos como podemos
no hay papeles en blanco, ni lienzos en blanco…….tengo la palabra
prosa y colores… anárquicos, carnales que son mi libertad
cada texto y cada pincelada es un lugar recóndito, al otro lado de la soledad y del martirio.
lejos, muy lejos del martirio del poder contra los hombres que martirizan a los hombres por poder;
nada de papeles en blanco, hablo del amor y condeno la irracionalidad y la servidumbre.
nada de lienzos en blanco, mi imaginación tiene una multiplicidad de pinceles en la simultaneidad de una desesperación por crearme y entro en la pulsión más infinita de la finitud para descubrir el Sol y la oscuridad de los abismos
casi, como cuando escribo… aquí es urgente
y después del último de los colores queda la disconformidad por algo que quedó detrás de la barrera del Inconsciente, con lo que no pude…….con la que no pude, pero en fin, luego habrá otro cuadro… y otro…
y entre medio: los seres que amo, los que miro de cerca y los que miro de lejos
mis dudas
mis dudas
mis dudas que me hacen lo que soy, que me dan el oficio que tengo
soy un humano-humanizandome… y eso es todo que nunca será todo
nada de papeles en blanco
nada de lienzos en blanco
en la casa que levantamos con mi mujer está la Tierra y la Palabra.
al Sur, en la casa que, cotidianamente, levantamos con mi mujer para que se llene de pájaros y se replete con la montaña que ocupa las ventanas del Oeste.
nada de silencios con fastidio
nada de palabras por hastío… porque no serán palabras.
la tecnología excesiva y las escuelas confesionales destruyen a los muchachos y a las muchachas
las máquinas monopolizan el lenguaje y los hombres se quedan sin la morada del Ser,
y las herramientas definen la educación para reproducir la servidumbre
que no dejen de escribir los Poetas
nada de papeles en blanco
la ciencia es la reina de las tradiciones: y el hombre pierde la inteligencia y la intuición y el hombre se llena de miedos y de nuevo la servidumbre
reina el cálculo en el protocolo del mercado que es el mercado de los hombres aparentes
¿hacia dónde vamos?
ya estamos yendo entre los escombros,
los a-gentes del mercado se suben a sus escombros para dar sus discursos
y en los escombros se ofertan y aplauden su liquidación
son los esclavos de los amos que creen que son
son los amos de los esclavos que ignoran que son
mientras tanto: rotación y traslación; como dice el Poeta Gonzalo Rojas, que según él no pudo hablar con los dioses, que según él Holdërlin, el Poeta fue el único que habló con los dioses.
los griegos tuvieron dioses
los alemanes dieron maestros
los dioses no existen… al menos en el Abanico donde yo vivo
en los maestros inspiro el pensamiento sobre la Existencia
yo habito donde habitan los hombres
y nada de dioses ni de papeles en blanco
sólo Sujetos —haciéndonos Sujetos,
y si no para qué mis ensayos y mis poemas que no pueden leerse con comodidad en los escombros donde se acumula el palabrerío
los parlantes del villorrio no se llevan la soledad, la aturden
las luces de las intendencias no iluminan, fastidian
los discursos de los gobernantes son un eco del hastío
hombres y mujeres, volvamos a la Tierra, para salvarnos
hombres y mujeres, defendamos la pertenencia de la Palabra, para pensarnos
hombres y mujeres, amemos para humanizarnos:
contra el cálculo
contra las máquinas
contra las religiones
la única salvación del Hombre es que vuelva a la Tierra
que vuelva a leer a los Poetas
por aquí, nada de dioses
ni de papeles en blanco
que el hombre lea a los Poetas
que se dé cuenta de los pájaros y de los árboles, que necesite mojar sus manos que son las caricias y el trabajo, para que no nos roben el agua.
he entrado en el “instante” y escribo el Poema
y tengo la tensión de seguir corriendo por sus sombras o de quedarme en el silencio de sus luces, para mirar los hombres que atraviesen la intención de su Sentido.
me quedo en el silencio
me quedo frente al Poema… tal vez, que aún no escribo,
necesito mi silencio, y estoy aquí
¿desde cuándo?,
no lo sé,
tal vez sea desde hace un instante,
¿“instante”?,
“instante” que no puedo explicar con la rigurosidad del filósofo,
pero sé que entonces,
la Existencia se trae sobre sí misma…
y amo y tengo la palabra… y habito donde habitan los hombres…
y nada de dioses ni de papeles en blanco.

acerca del autor
Miguel

Miguel Montoya, escritor y filósofo, nació en San Juan (Argentina), 1948. Estudio Ingeniería en la UNSJ y se pos-graduó como diplomado superior en Ciencias Sociales, mención Sociología, y después como Magister en Ciencia Política y Sociología en la FLACSO (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales). Además cursó posgrados de Psicología Social y de Psicoanálisis; entre otros. Profesor Titular Exclusivo en la Universidad Nacional de San Juan. Ha publicado libros, de filosofía, de psicología social, de educación y ha participado con sus cuentos en convocatorias nacionales e internacionales. Ha escrito para semanarios provinciales y revistas de Sociología.