Sábado 14 | Diciembre de 2024
Director: Héctor Loaiza
8.288.572 Visitas
Desde 2001, difunde la literatura y el arte — ISSN 1961-974X
resonancias.org logo
157
Arte
2 5 2013
Jesús Rafael Soto bajo la luz de los proyectores por Philippe Dagen

Antes de "Dynamo" (1) que se inauguró en el Grand Palais el 10 de abril, pero después de la exposición "Julio le Parc" en el Palais de Tokyo en febrero, el Centro Pompidou (2) contribuye a la revalorización del cinetismo en los museos franceses presentando la cesión Jesús Rafael Soto. Tal unanimidad es muy rara y sorprendente. Durante muchos años, este movimiento estuvo ausente en los grandes eventos y en las muestras de los museos. Y de pronto vemos que se realizan simultáneamente tres exposiciones.

Los cínicos dirían que ninguna quiso dejar a otra la exclusividad de la celebración. En el caso de Soto, las fechas podrían confirmar la sospecha. El artista falleció en el 2005. Varias de sus obras fueron expuestas como se debe algunos meses más tarde en “El ojo motor, Arte, óptica y cinética” en el Museo de Arte Contemporáneo de Estrasburgo. Pero no hubo ninguna exposición en París en ese año ni en los siguientes. En julio del 2011, el fisco francés acepta la cesión Soto. Y casi dos años después, pero un mes antes de "Dynamo", el Museo Nacional de Arte Moderno presenta las obras del artista venezolano. Digamos que fue pura casualidad.

Veinte obras han completado de esta manera las colecciones del Museo Nacional de Arte Moderno (MNAM) mediante la cesión, un dispositivo fiscal que permite a los herederos de un artista o de un coleccionista pagar sus derechos de sucesión cediendo obras. Fueron elegidas en vista a constituir una breve retrospectiva de la obra de Soto, que ocupa por el momento dos salas en el cuarto piso del Centro Pompidou. Las más antiguas, de 1955 a 1957, son estructuras hechas de paneles de madera, y otras de plexiglás, unidas por varillas metálicas. Las figuras geométricas compuestas por bandas alternadas o curvas concéntricas de colores pintadas sobre dichos soportes. La mirada pasa a través del plexiglás y, según el ángulo, percibe de distinta manera los planos, que parecen entonces ser móviles.

Estas primeras experiencias ópticas responden al descubrimiento por Soto de la vanguardia europea de los años 1910 a 1920. Nacido en Venezuela en 1923, se establece en París en 1950 donde encuentra rápidamente interlocutores convencidos como él, de la necesidad de seguir la historia comenzada por Mondrian, Malevitch, Moholy-Nagy y la escuela del Bauhaus. La galería de Denise René se convierte de pronto en su lugar de reunión. A partir de entonces hasta sus últimas creaciones, Soto se ha mantenido lógico con su obra. Pretende ser doblemente moderno: desarrollando posibilidades que se encontraban potencialmente en los inicios de la abstracción geométrica por un lado y, por otro, desarrollándolas aprovechando los materiales y los recursos del progreso técnico. Aluminio y acero mecanizados, hilos de nailon y resinas son así recuperados por este artista-ingeniero, que concibe y construye sus maquinarias ópticas preocupado por la ejecución perfecta. Esta preocupación no se desmiente desde “Primer cuadrado vibrante” de 1958 hasta “Cuadrado tabaco y vibración” de 2004.

Se comprende por tanto el regocijo del MNAM al disponer ahora de una serie coherente de la obra de Soto. Antes no poseían más que cinco, adquiridas a finales de los años 70, con motivo de la creación del Centro Pompidou. Y con razón: el presidente Georges Pompidou y sobre todo su esposa, Claude Pompidou, admiraban el cinetismo y apoyaron a Soto, así como a Agam y a Vasarely. Pero esto cambió más tarde, y fue así como se ahondó el vacío que la cesión viene a completar. Como lo escribe en el catalogo Alfred Pacquement, director del MNAM: "El legado de artistas puede ayudar a completar un conjunto hasta ahora con vacíos." Desde el punto de vista del museo, es así como se presentan las cosas, como buenas oportunidades. Desde el punto de vista de los artistas, pueden ver la situación de manera muy distinta. La cesión permite al museo de corregir errores y olvidos, sin ningún costo. Basta con esperar a que el artista fallezca —un artista que haya vendido poco o nada en vida, cuando lo necesitaba, cuando una venta le habría ayudado a consolidar su trabajo.

 

(1) “Dynamo. Un siglo de luz y de movimiento en el arte (1913-2013)”. Del 10 de abril hasta el 22 de julio de 2013. En el Grand Palais de París. En dicha manifestación ya se han realizado y se realizarán conferencias sobre Soto, sobre la galerista Denise René, principal difusora de las obras de los artistas latinoamericanos en París.
(2) Soto, Museo Nacional de Arte Moderno, Centro Pompidou, París. De miércoles a lunes, desde las 11 h hasta las 22 h. Entrada: 13 €. Hasta el 20 de mayo.

Philippe Dagen, escritor y profesor en la Universidad París I Panthéon-Sorbonne. Historiador de arte e investigador, ha publicado varias obras sobre los pintores como Cézanne, Kupka o Bacon, y se consagra a escribir libros sobre el arte del siglo XX. Crítico de arte en el diario Le Monde desde 1985, es también novelista: su primera novela, La Guerre, fue publicada en 1996. Acaba de publicar una importante monografía sobre Picasso (Hazan).

acerca del autor
Jesús Rafael

Jesús Rafael Soto, Ciudad Bolívar (Venezuela), 1923 - París, 2005. En 1950 se trasladó a París, ciudad en la que residiría hasta su muerte. En Francia descubrió la obra de Paul Klee y, sobre todo, a Piet Mondrian, quien le suscitó la idea de "dinamizar el neoplasticismo". En la década de 1950 intentó plasmar en su serie Metamorfosis (1954) un equivalente de la serialidad musical. En 1956 creó sus primeras estructuras cinéticas; entre las cuales se destacan “Dinámica del color” (1957) y “Escrituras” (1963). A partir de la década de 1960 diseñó penetrables y obras de integración arquitectónica, como la decoración del interior del edificio de la UNESCO en París (1970), el interior del Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou de París (1976) y numerosos espacios públicos en Caracas. Mediante la superposición de planos transparentes (láminas de plexiglás que sirven de soporte a entramados lineales), Soto creó imágenes múltiples para la mirada de un espectador móvil y sus estructuras geométricas en repetición clónica que alcanzan grandes dimensiones. Estructuró techos y suelos con varillas pintadas. En 1988, realizó la “Esfera Virtual” para el Parque Olímpico de Escultura de Seúl. En los años noventa mostró su trabajo en el Museo de Arte Moderno de Kamakura, Japón, en 1990 y en 1993, en el Centro Georges Pompidou de París, en la Kunshalle de Colonia, Alemania y en el MOMA de Nueva York. Uno de los principales museos de arte de Venezuela, instalado en su ciudad natal, lleva su nombre.