Suma y cima, voces e imágenes que brillan, que resuenan entre los espacios virtuales del pensamiento literario, del arte y la cultura universal ha sido el correr de estos años Resonancias, hoy de fiesta, de alegría, hermandad unida en el cantar de victorias.
La primera vez, llegué a sus redes, por mi amigo el artista visual Alejandro Vargas, un maestro del grabado y el dibujo abstracto figurativo, que buscaba espacios nuevos para dar a conocer su arte; y que bien: su idea llegó, e inmediatamente hice contacto con el equipo, quien me brindó apertura del espacio para abrir una ventana del pensamiento centroamericano. Me pareció formidable.
Con su cambio de formato me pareció saludable visualmente, ya que propone un nuevo cristal de lecturas permitiendo una navegación más ágil. De su contenido, retomo el título de estos breves párrafos, el que resumo como un valioso memorial de literatura y arte, viniendo a ser Resonancias: un paso que se agiganta en la cultura latinoamericana.