Mercedes de Vega hace un elogio del cuento mediante un homenaje al maestro ruso de ese género literario, el escritor y dramaturgo Chejov (1860-1904). “Me encantan sus personajes turbadores —escribe—, alienados e incapaces de cambiar el curso de su destino en un espacio social indiferente al hombre…” Critica irónicamente el género en boga, la novela, porque algunos lectores la compran “porque dura más”. Como se sabe los libros de cuento no merecen el favor de las editoriales y los lectores en España y, aún más, en Francia. El cuento no se vende como la novela. Junto a Chejov, deberíamos recordar también a dos maestros de lengua castellana, Jorge Luis Borges, cuyos cuentos en el siglo XXI siguen inspirando al cine y a las series televisivas y Julio Cortázar para quien el cuento debía terminar con una “cachetada metafísica”.