No podría haber mejor intérprete de la obra poética de Claudia Carlisky que su compatriota, la escritora Alicia Dujovne Ortíz que nos revela que la poeta se dirige al destinatario oculto de su poesía, “Señor”, en otros “fuego”, “orilla fresca de un arroyo” y “continente perdido”. Busca sin cesar ese paraje poético o a ese Ser ardiente que —para Alicia Dujovne Ortíz— es uno de los polos de su obra, el otro es la materia. Ésta puede ser el cuerpo, objeto de sensualidad (placer de la poesía y del amor). “Toda la poesía de Claudia Carlisky” escribe Alicia Dujovne Ortíz, “sugiere una dolorosa travesía que va de la madre al padre [...] hasta la purificación por el aire de la LEY, la Ley paterna que abre los pulmones y que libera el acceso a la inocencia...” Entre la materia y la Ley, se extiende la espera que no ha sido vana, porque ha desembocado en la plenitud y la celebración.
Alicia Dujovne Ortiz nació en Buenos Aires y reside actualmente en París. Estudió Literatura en la Universidad de Buenos Aires. Tiene una larga trayectoria como periodista en La Opinión y La Nación de Buenos Aires, en Excelsior de México, La Vanguardia de Barcelona y le Monde de París. En 1978, se mudó a Francia. Fue asesora de la editorial francesa Gallimard. Publicó libros de poesía, narrativa y las biografías "María Elena Walsh” (1982), “Maradona soy yo” (1993) y “Eva Perón” (1995) editado por Aguilar que tuvo una excelente acogida en Argentina y en el mundo. Entre sus novelas se encuentran: “El buzón de la esquina” (1977), “El agujero en la tierra” (1983), “El árbol de la gitana” (1997) y “Mireya” (1998). En 2003, publicó “Dora Maar” una biografía de la que fue compañera de Picasso. En 2005, "Anita", biografía de la compañera de Garibaldi, editada en francés por Grasset de París.