Este cuento se compone de una anécdota muy simple: después de un día desafortunado en el trabajo, en la noche una mujer cuenta las horas en su casa, pendiente del teléfono, buscando alguna excusa para llamar al ser amado. Tratando de conciliar el sueño cuenta borregos, pero no le es posible. Todo se le convierte en una burla: la mirada del gato, el gesto de la luna, las actitudes del amado. Desde días atrás viene pensando si es conveniente llamarlo o no. Solo hasta el día siguiente se decide en llamarlo y se lleva una gran sorpresa. Para la cuentística contemporánea el muy tradicional final sorpresivo es una fase superada, demolida, producto de las exigencias que impone una nueva visión del mundo a la narrativa; se prefiere el final no conclusivo, abierto, de un incierto porvenir. La aritmética de Zulma Francelia Hernández parece extraída de una sopa de números, mas no de letras. Y aunque la autora se sienta a escribir de un modo anacrónico, por aquello de decirle al lector al final ¡sorpresa!, no por ello deja de producir un impacto. Rubén López Rodrigué (Colombia).
Zulma Francelia Hernández, Guadalajara, Jalisco (México), 1993. Creció en Cuauhtémoc, Chihuahua y actualmente vive en Ciudad de México. Colaboró en la revista “La experiencia literaria” del taller de la Capilla Alfonsina y en la sección narrativa de la Revista Literaria "Monolito".