El relato intenta expresar que, es posible que no existan lugares tristes o alegres, sino que tales sitios adquieren la forma del sentimiento que invade a una persona en un momento significativo de su vida, y ese instante determina, para esa persona, la naturaleza de ese sitio. Y lo que suceda después entre ese individuo y el lugar, es consecuencia de aquel momento determinante. Además, el texto relata el efecto que tiene para el personaje-narrador el despojo que causa en su vida el paso del tiempo, el dolor que produce reconocer y aceptar que el tiempo empuja siempre hacia la vejez y nunca hacia la infancia, y en esa dirección se pierde todo lo que en algún momento se tuvo.
Aníbal Alvarado, escritor venezolano (Ocumare del Tuy, 1987). Profesor de Ciencias de la Tierra por el Instituto Pedagógico de Caracas – UPEL (2009) y geólogo por la Universidad de Oriente (2014). Actualmente cursa una maestría en Ciencias de la Tierra en la Universidad Simón Bolívar (USB). Textos suyos han sido publicados en diversas revistas virtuales de Internet.