La nueva versión de sus Diarios y más cartas rescatadas transforman y renuevan la imagen de la poeta argentina más emblemática. La obra poética de Alejandra Pizarnik no ha dejado de expandir su universo de lectores en las últimas cuatro décadas. Diversas ediciones de su prosa y poesía, de los diarios y la correspondencia dan fe de un interés incesante hacia su obra no sólo entre los críticos y las editoriales; también en el público. En la reciente Feria del Libro de Bogotá, integró el dorado terceto con Jorge L. Borges y Cortázar: fueron los autores más comprados en la edición dedicada a la Argentina. (Continúa en la página interior).
Este artículo fue publicado el 14/05/18 en la Revista Ñ, suplemento cultural del diario Clarín de Buenos Aires.
Alejandra Pizarnik, Buenos Aires, 1936. Obtuvo su título en Filosofía y Letras por la Universidad de Buenos Aires y posteriormente viajó a París hasta 1964 cuando estudió Literatura Francesa en La Sorbona y trabajó en el campo literario colaborando en varios diarios y revistas con sus poemas y traducciones de Artaud y Aimé Cesaire, entre otros. Es una de las voces más representativas de la generación del sesenta y es considerada una de las poetas líricas y surrealistas más importantes de Argentina. Su obra poética está representada en “La tierra más ajena”, 1955; “La última inocencia”, 1956; “Las aventuras perdidas”, 1958; “Árbol de Diana”, 1962; “Los trabajos y las noches”, 1965; “Extracción de la piedra de locura”, 1968; “El infierno musical”, 1971 y “Textos de sombra y últimos poemas”, publicación póstuma, 1982. Muere en París en 1972.