El modo de contar de esta joven autora argentina, fuertemente descriptivo, no aspira a deslumbrar con imágenes fáciles ni mayores rebuscamientos y volteretas del lenguaje. Antes bien, su discurso está atento a ofrecer un panorama cercano a lo cinematográfico, en cuanto la concisión y lo concreto de las sucesivas escenas que nos presenta. Salazar va tejiendo de esa manera una urdimbre donde los cabales sentidos de su narrativa se eslabonan para sugerir paso a paso el conjunto final, donde el significado último de todo el cuento estalla repentinamente, por un proceso de acumulación explosiva que ella sabe cuándo y cómo hacer detonar. Una muy lograda prosa, ajena al fácil recurso de lo mimético, donde personales bien recortados son mostrados a rápidas pinceladas, dotados de una brutal efectividad, lo que no hace más que acrecentar la potencia expresiva de una autora a la que debemos estar atentos, de ahora en más, entrega tras entrega. Luis Benítez.
Ohuanta Salazar nació en San Miguel de Tucumán en 1975. Pasó su adolescencia en San Salvador de Jujuy y luego cursó sus estudios en la carrera de Bioingeniería en Oro Verde, Entre Ríos. Presentó su primer libro Patios de Obanta en la 43°Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Su gusto por la literatura la acompaña desde niña, al igual que una manera particularmente poética de ver el mundo.