¿Cómo la tecnología y la uberización del mundo van a transformar nuestras vidas? La reseña de Bernabé Sarabia sobre el libro La revolución transhumanista (Alianza Editorial, 2017) del filósofo y exministro de educación francés, Luc Ferry, presenta las ideas innovadoras de la tendencia filosófica, tecnológica y científica del transhumanismo. Esta corriente está representada por el estadounidense Ray Kurzweil, hombre excepcional en todo sentido, que dirige la Universidad de la Singularidad en Silicon Valley (California) ampliamente financiada por Google. Kurzweil propone la hibridación sistemática del hombre con la inteligencia artificial y la biogenética. El transhumanismo representa no una mejora de la humanidad sino su mutación en los niveles intelectual y biológico. Kurzweil aspira a que los seres humanos estén íntegramente conectados con las computadoras y con las redes de Internet, gracias a las implantaciones cerebrales. Contra las ideas de la decadencia y del retorno a la edad dorada del pasado, el transhumanismo cree en el progreso como los filósofos y sabios del Siglo de las Luces. Esta nueva corriente busca vencer a la muerte y lograr que la nueva humanidad alcance la inmortalidad. El resumen de Bernabé Sarabia nos parece errado, porque presenta a Luc Ferry como un enemigo del transhumanismo, de las nuevas tecnologías y de la biogenética. El autor del comentario parece estar influenciado por la religión, lo que explicaría su crítica sistemática a las ideas de esta nueva corriente. Las reseñas que se publicaron en Francia en torno al libro de Luc Ferry coinciden en el hecho de que el filósofo francés no está ni a favor ni en contra de las ideas transhumanistas.
(Publicado el 23/06/2017 en El Cultural del diario El País de Madrid).
Luc Ferry, nacido en Colombes (Francia) en 1951. Es un filósofo francés, ex ministro de Educación. Viniendo de una familia de 4 hijos, es un descendiente indirecto del político Jules Ferry. Después de graduarse de la universidad, se convirtió en profesor asociado de filosofía en 1975. Paralelamente a la enseñanza en diversas instituciones, se doctoró en 1980 y obtuvo la Agregación en ciencias políticas en 1982. También publicó en ese momento varios libros que le ofrecen fama y honores, como "La filosofía política", "El pensamiento del 68" en 1985 o "El nuevo orden ecológico -el árbol, el animal y el hombre" en 1992, que fue galardonado con el premio Jean-Jacques Rousseau. Luc Ferry fue nombrado Ministro de la Juventud, Educación Nacional e Investigación dentro del gobierno de Raffarin. Durante su cargo que ocupó hasta 2004, trabajó en proyectos tales como la lucha contra el analfabetismo, y es el que creó la ley sobre la laicidad y la prohibición de símbolos religiosos ostensibles aprobada por la Asamblea Nacional de Francia. Al final de su mandato, Luc Ferry fue el presidente delegado del Consejo de análisis de la sociedad en 2004. Luego se unió en 2007 al Comité de reflexión sobre la modernización y el reequilibrio de las instituciones y después del Consejo consultativo Nacional de Ética en 2009. Dos años máa tarde, después de varias controversias, Luc Ferry se retiró de la enseñanza, pero siguió escribiendo. Ha publicado cerca de una veintena de libros.