Cuando tenía un año y medio, su madre la llevó a conocer el mar. Barranco era entonces un pueblito rodeado de playas de piedras blancas, adonde se llegaba después de descender por un acantilado. Es casi imposible recordar a una edad tan temprana pero Magda Portal aseguraba que así sucedió. Iba en los brazos de su madre cuando de pronto vio esa inmensa masa de agua entre el resplandor de la mañana. “Tengo la impresión de haberme quedado deslumbrada con la maravilla del mar. No sé hasta qué punto podría haber comprendido ese momento, pero retengo mi estupefacción, no miedo, ante la bruma del mar”, le contó muchos años después a la académica estadounidense Kathleen Weaver en una entrevista, cuyo manuscrito se conserva en la Universidad de Texas. Esa imagen la acompañó toda su vida. (Continúa en la página interior).
(Este texto fue publicado el 26/03/2017 en el suplemento dominical del diario El Comercio de Lima)

Magda Portal nació en el distrito limeño de Barranco 1903 y falleció en Lima en 1989. Ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en pleno auge del movimiento reformista universitario. En 1923 obtuvo el primer premio de los Juegos Florales promovidos por la Facultad de Letras sanmarquina con su poemario “Ánima absorta”. Se vinculó al grupo de Haya de la Torre (deportado en octubre de 1923) y viajó en 1925 a Bolivia a promover las ideas del movimiento aprista. De regreso en 1926 formó parte del grupo editor de la revista Amauta, dirigido por José Carlos Mariátegui. En 1927, publicó su poemario “Una esperanza y el mar”, mereciendo elogios de intelectuales de todo el continente. Ese mismo año fue detenida por sus actividades políticas y fue deportada a Cuba junto con otros militantes apristas. Entre 1927 y 1930, cumplió una destacada labor promoviendo los nacientes comités apristas en México, Cuba y América Central. Regresó al Perú para participar en la fundación del Partido Aprista Peruano apenas fue derrocado el dictador Leguía. Durante la represión dictada por Sánchez Cerro cumplió una notable labor vinculando los comités departamentales. Detenida en Chiclayo en noviembre de 1934, pasó 500 días en la cárcel de mujeres de Lima. Logró escapar a Bolivia y luego a Chile, donde tuvo que hacer frente a las estrecheces del exilio. Al recuperar el aprismo la legalidad en 1945, Magda Portal expresó sus discrepancias con la línea política desarrollada entre 1945 y 1948 (sobre todo en los aspectos relacionados con los derechos de la mujer), alejándose finalmente del partido luego del II Congreso del PAP (1948). Tuvo un activo desempeño como gestora cultural y fue la representante en el Perú del Fondo de Cultura Económica de México. Fue presidenta de la Asociación Nacional de Escritores y Artistas entre 1980 y 1986. Publicó ocho libros de ensayo sobre temas literarios y políticos y los poemarios: “Ánima absorta (1924); “Vidrios de amor (1925); “El desfile de las miradas”(1926); “Una esperanza y el mar” (1927); “Costa sur” (1945); Destino del hombre (1948); y “Constancia del ser” (1965). Y como narradora es autora de: “El derecho de matar” (1926) que incluye cuentos suyos y de Serafín Delmar; y “La trampa” (1957), su testimonio crítico del aprismo.
- Arte | Fabián Sánchez: artífice de las máquinas del alma por Héctor Loaiza
- Ideas | Raymond Aron: el heroísmo de la incertidumbre por Jean Birambaum *
- Literatura | Sara Jaramillo Klinkert: sobre una ausencia sin resolver por Andrea Aguilar
- Literatura | Julio Ramón Ribeyro: un recuerdo inédito por María Laura Hernández de Agüero
- Literatura | Historia argentina: entre el amor y la violencia por Javier Marín *
- Literatura | Julián Herbert: “La güerificación* mental del mexicano me preocupa mucho”
- Narrativa | La escalera por Orlando Valle
- Narrativa | Un revuelo de pájaros por África Mesa Rubio
- Narrativa | El chamán en el séptimo cielo de París por Gerardo Luis Rodríguez
- Narrativa | La víspera de la primogénita por Octavio Buelvas
- Narrativa | El Neonato por Rafael Bagur Castillo
- Poesía | Poemas de Cuquis Sandoval Oliva intentan recuperar lo cotidiano