La culpa y la idea del perdón nos habitan de manera silenciosa. El olvido es la memoria imposibilitada. Aquello que escondió el alma del personaje jamás se llegará a develar. Allí radica el misterio. Un cáncer que irá ramificándose hasta encontrar su verdadera caída. Bajo esas condiciones se halla quien se apresta a vivir su segunda muerte. El cuento de Julián Insúa resulta interesante, atrayente, porque a cada paso se suceden imágenes, ideas que subyacen sin ser nominadas. Por momentos no parece una mujer sino un felino, y tal vez allí radica lo mejor del cuento, en esa capacidad de evocación de imágenes y en el suspense hasta el encuentro con el final. Lo más débil del mismo es la innecesaria adjetivación y la necesidad forzada de hacer poesía. Creo que es un cuento que lleva in situ un diamante, solo hay que pulirlo para que ilumine y nos ilumine. Marcos Rosenzvaig.
Julián Insúa es un joven escritor argentino. Desde hace varios años recorre el camino de la iniciación proponiendo que es hora de empezar a vivir realmente y no suponer que ya estamos viviendo. Investigador y lector apasionado, narra su recorrido en sus primeras cuentos.