Si hay un resquicio positivo que puede dejar la muerte este es verde. Al menos en Colombia. “Lo único bueno que nos ha dejado la guerra es el rebrotar de la naturaleza”, asegura Héctor Abad Faciolince.
Es el resultado de la vorágine de fuego enemigo, amigo e interesado, vivido allí durante las últimas décadas que ha ahuyentado a la gente de muchas zonas, sólo pobladas por la vegetación. De ahí que uno de los temas clave al día siguiente de la firma de la paz, en caso de producirse, entre el Gobierno y la guerrilla, es la tierra, sostiene el escritor, al que le asaltan varias preguntas: “¿Sabemos, realmente, qué queremos hacer con la tierra colombiana? ¿Queremos volver a colonizarla? ¿Querrán los campesinos que han sido desplazados volver al campo? Es un misterio, pero ahí está. Tenemos que volver a pensar en la tierra”. (Continúa en la página interior).
(Publicado el 24/03/2015 en el suplemento Cultura del diario El País de Madrid)