El aforismo es un saber que en el mismo instante en que el lector y el escritor coinciden en una experiencia fugaz, la de aprehender algo, una reflexión filosófica, paradójicamente resulta ser una sabiduría que se diluye. Un espejismo de aparentes certezas. Desde Heráclito hasta Nietzsche se asienta este género poético que a manera de sentencias se construye, en la mayoría de los casos, al final de la vida: Recién nacidos abrimos los ojos. De lo que no podemos estar seguros es si los abrimos al mundo, dice Rubén López Rodrigué. Y Antonio Porchia: “Vengo de morirme, no de haber nacido. De haber nacido me voy”. Esa especie de sentencia breve, o de formas de la eternidad, sostenía Nietzsche, se da en la obra de Rodrigué entre un acento nacional: El chovinismo antioqueño escasamente reconoce como escritores a los que no sean oriundos de su terruño. Nos defenestra aunque nos hayamos formado como escritores en Medellín; y su concepción de una ética del hombre y del mundo: Prestigio viene de praestigium que quiere decir «engaño». Ahí está el mito, la leyenda. Me acerco a los poetas condenados al ostracismo intelectual, allí encuentro mi verdadera figura, solo en el desencanto del mundo y la imposibilidad de desentrañar un misterio que se diluye en infinitas capas, detrás de todas ellas está Rubén López Rodrigué, él y la aspereza de sus sazonados aforismos. Marcos Rosenzvaig.

Rubén López Rodrigué es escritor y editor. Nació en Santa Rosa de Cabal (Colombia), pero es antioqueño por familia y formación. Fue fundador y editor de la revista Rampa. Hizo estudios inconclusos de antropología y sociología. Tuvo una columna sobre Medellín en El Muro, la guía cultural de Buenos Aires. Fue integrante del taller literario de la Biblioteca Pública Piloto de Medellín, dirigido por Manuel Mejía Vallejo. Hizo parte del staff de la revista literaria española Oxigen y de la revista internacional de arte y cultura Francachela. Ha sido colaborador en distintos medios escritos de Colombia y el exterior. Miembro del jurado del I Concurso de Cuento Resonancias, de Francia, en 2012. Es autor de los libros “Contra el viento del olvido” (Hombre Nuevo, 2001, en coautoría con William Ospina y John Saldarriaga), “La estola púrpura” (Los Octámbulos, 2009), “Las heridas narcisistas de la humanidad” (ITM, 2013), “El carnero azul” (Tiempo de Leer, 2013), “Flor de lis en el País de la Mantequilla” (Tiempo de Leer, 2014).
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