La autora acude a la biblioteca dispar de su memoria, de la que quiere compartir lecturas anteriores que ahora mezcla con su creatividad expresada en dos historias paralelas: la de una máquina para hacer palomitas de maíz, que espera a ser reparada, y la del protagonista que es el conductor de una aristócrata, Lady Norma. Una historia es subterránea, latente, mientras que la otra es evidente, manifiesta. En esto radica la técnica esencial del cuento, género literario que suele confundirse con la mera anécdota, con la historia simple y descafeinada. El cuento está escrito en primera persona. Irónicamente, la máquina de “popcorn” reconforta más al protagonista que a la señora aristocrática que nunca lo mira, puesto que para Lady Norma sencillamente aquel hombre no existe. Esa es la conclusión que se extrae del cuento, sin que se trate de una festiva ironía, pues en general la historia está rodeada por una atmósfera ceremoniosamente triste. Rubén López Rodrigué.