Narrativa
2 11 2005
Cuentos breves y diversos, por Carlos Meneses
LA DECISION Se buscó en la inmensidad del olvido. Recorrió una y otra vez las desordenadas calles de la emoción. Investigó en el esplendor de todas las risas. Aguardó la llegada de la primavera para descubrir si podía hallarse en el interior de sus frutos. Creyó poderse encontrar en la eclosión del triunfo. Hizo prolija revisión del catálogo de las angustias. Fatigado dentro de una sucesión interminable de noches decidió ser exclusivamente él mismo.
GENOVA 2001 Le dijo que se detuviera en tono autoritario y como él siguió avanzando gritó: ¡Deténgase! Y levantó un brazo con energía. El lejos de hacerle caso aceleró el ritmo. El hombre colérico ante la desobediencia maldijo, sacó una pistola y le apunto. El sin arredrarse prosiguió su marcha. Rabia y esperanza empujaban sus piernas. Sonó el disparo que le abrió una boca roja en el pecho, pero su sonrisa y su ansiedad continuaron. Sus pies corrieron más ligeros tratando de llevarlo a la meta. El movimiento nervioso de sus manos dibujó la firmeza del deseo. Se le vio caer sin que la sonrisa como una flor de ilusión se evaporara. Aun pudo mirar hacia lontananza, donde sólo sus ojos pudieron ver que el ideal perseguido lo alcanzaría la tenacidad de sus compañeros.
SILENCIO Soñó que lo amenazaban con una metralleta, que le imponían silencio, que estaban dispuestos a borrar todas las palabras que había pronunciado y las que aun podría decir. Quiso quejarse y le apuntaron al corazón. Quiso maldecir y sonaron los disparos. Despertó sudoroso. Sus torturadores lo rodeaban y le exigían la delación. Calló valientemente hasta fundirse con su final.
BOXEADOR Sintió el tañido del gong y Kid salió hacia el centro del ring con los dos brazos extendidos para saludar a su adversario. Tenía que ganar y si fuera por K.O. mejor. Lanzó frenético su jab de izquierda, eludió un cross del contrario. Entró en un férreo cuerpo a cuerpo. Se sentía muy fuerte, capaz de poder combatir no diez sino veinte rounds. Lanzó un poderoso gancho de derecha. Volvió a golpear con ambas manos el rostro del rival. Lo vio sangrar. Caer. El árbitro inició la cuenta. El saltaba de felicidad en la soledad de una gran habitación en penumbra. Levantaba los brazos. Aullaba de alegría. Lo sujetaron dos enfermeros. Se lo llevaron a rastras.
STREP TEASE Le quitó el vestido, ella miró sorprendida. Le quitó la sorpresa, en ella brotó una lágrima. Le quitó las lágrimas, ella lanzó un grito. Le quitó el grito, los suspiros, ella protestó de inmediato. Le quitó el habla, la sensibilidad. Ella quedó muda, inerte. Le quitó la razón y la memoria. Le puso en la mano una pistola. Ella apretó el gatillo varias veces. Ambos cayeron sobre un espeso lago granate.
EL ADIOS Bella mujer amiga : hoy me enterrarán a las cuatro de la tarde. El velorio fue tal como yo siempre quise que fuera. Sólo mujeres, música y flores. Las heridas de las balas aun me duelen pero menos que anoche. Es dolor soportable si se tiene en cuenta que son de plata y que el pelotón de fusilamiento lo formaban cuatro hermosas rubias. Me llevo un maravilloso recuerdo de ti. Te besa tu eterno admirador.
EL REY DE LA BONDAD Plañía por una pistola hasta que la tuvo. Rogaba por el derecho a utilizarla en total impunidad se lo concedieron. Pedía que le señalaran a todos los enemigos para exterminarlos disparándoles a quema ropa, y lo consiguió. Aprendió a sumar contando cadáveres. A multiplicar reuniendo lágrimas y ayes de viudas, madres e hijas. La fiereza de su cometido lo elevó a la categoría de adalid. Consultó si había peligro de perder lo obtenido, le aseguraron que no. Vivía preocupado por su final que también lo sería de su estirpe, el destino fue su aliado y le permitió que su ejemplo fuera imitado en muchos otros lugares de la tierra.
EL DESEADO RETORNO Llegó la orden : el hombre puede volver al Paraíso. En la puerta lo sometieron a una revisión. Eliminaron su envidia, su facilidad para mentir, su desmedida ambición, todo lo aprendido fuera de ese delicioso huerto. Cuando le franquearon la entrada no quedaba nada.
DOMINIO ABSOLUTO La amenazaba con las fotos, con las grabaciones, con sus huellas desde hacía 20 años depositadas sobre muebles y otros objetos. Era y sería suya eternamente. Haría de ella lo que le diera en gana. Jamás contó con que la gente también sabe morir sin consentimiento del destino.
UNA FE SIN LIMITES Rezaba a los pájaros, a las flores, a la lluvia. Pero nada cambiaba. Le rezó al silencio, al olvido, a la tristeza. Nada varió. Confió en el amor, pudo hacer felices a todos los que la rodeaban, ella siguió igual.
LAS MODELOS Una lucía la esperanza, otra la igualdad entre los humanos, la otra su fe por la justicia. Desfilaron la de la belleza, la utopía, la verdad. Cuando llegó el turno a la libertad hubo una estruendosa ovación. Al terminar su pase se arrancó la máscara y mostró su gran desprecio.
EJEMPLAR DESCONOCIDO Era tan bella. Tan inteligente. Nadie superaba su caudal de conocimientos. El propio amor se ruborizaba ante su maravillosa capacidad para amar. La utopía le tuvo envidia. La humanidad entera la admiraba pero a distancia. Murió en estricta soledad.
HOMBRE SIN VALOR Amanecí muerto, pensé que me había vuelto invisible. Recorrí mis caminos habituales y nadie me vio. Hablé y nadie me escuchó. Toqué gente y no me sintieron. Decepcionado volví al ataúd del olvido.
UNA INVITACION La mitad de la cara era de fiesta la otra de amargura. De su boca salían palabras grises y negras. La mano que me extendía era oro y putrefacción juntos. No acepté su invitación. Con voz incolora aseguró que cedería.