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Desde 2001, difunde la literatura y el arte — ISSN 1961-974X
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Número Especial
17 5 2018
II. Diálogo de Kenneth White con Gilles Deleuze por Héctor Loaiza

El poeta pensador considera que desde hace algunas décadas ha surgido en el campo filosófico y en el ambiente intelectual francés una “corriente deleuziana” que ha impuesto expresiones como “maquina deseante”, “nomadología”, “rizoma”, “desterritorialización”, “línea de fuga”… El filósofo Michel Foucault ha declarado que “un día quizá el siglo sería deleuziano”. En “Les limbes incondescents”, Kenneth White ironiza sobre cómo un pensamiento filosófico se convierte en moda y, en particular, en moda deleuziana refiriéndose a la declaración de Foucault.

Empieza a redactar, en 1974, una tesis de Estado francesa sobre el nomadismo intelectual. Pero su concepto de nomadismo no tiene nada que ver con los trabajos de Deleuze. Su genealogía es otra: sus lecturas de adolescente de la literatura estadounidense, Thoreau, Emerson, Whitman y Melville. A fines de 1978, termina una voluminosa tesis de ochocientas páginas que lleva como título “El nomadismo intelectual” (dividido en dos partes: en francés, “Le nomadisme intellectuel” y en inglés, “Poetry and the Tribe”). La primera parte, reescrita, fue publicada con el título “L’Esprit nomade” (15). Para la sustentación de la tesis era necesario formar un jurado. Michel Gresset, profesor de literatura estadounidense, de la Universidad de París VII, compuso un jurado con personalidades del ambiente literario que se interesaban a otras disciplinas: el psicoanálisis (lacaniano), la sociología (marxista) y la antropología (estructuralista). Gresset considera que el espacio filosófico abierto por Kenneth White justificaba también la participación de un filósofo e invita a Gilles Deleuze.

El poeta pensador conocía los libros de Deleuze, “Spinoza et le problème de l’expression” y “Nietzsche et la philosophie”. Tras haber leído a Emerson, Nietzsche evoca el “nomadismo intelectual” en su obra “Humano, demasiado Humano”. A Kenneth White le parecía que Nietzsche y el poeta francés Arthur Rimbaud eran los nómadas por excelencia. Deleuze había escrito con claridad y énfasis que, con Nietzsche, algo nuevo y diferente intentaba nacer en el campo filosófico con su noción del “filósofo artista”.

La sustentación de su tesis tuvo lugar en abril de 1979 en la Sorbona. Tras una discusión prolongada y animada, recibió felicitaciones de todos los miembros del jurado. Por su parte, Deleuze escribe en su informe: “Gilles Deleuze se solidariza con todas las felicitaciones precedentes y expresa su admiración por esta tesis…”

No obstante, Deleuze cambió de posición en el libro escrito con Félix Guattari, “Mille plateaux” (16): “La imagen clásica del pensamiento y de las estrías del espacio mental que o para llegar al universalismo, utilizan dos “universales”, el Todo y el Sujeto. Del uno al otro, son los géneros que forman parte de lo real y de la verdad que encuentran su lugar en un espacio mental estriado, del doble punto del Ser y del Sujeto, bajo la dirección de un ‘método universal’. Por lo tanto, es fácil ver que el pensamiento nómada rechaza esa imagen y procede de otro modo”.

Deleuze y Guattari insisten en el hecho de que otro tipo de adecuación se establece en la tesis de Kenneth White entre la raza definida como “tribu” y el espacio liso considerado como “ambiente”. Ambos filósofos pretenden ver los peligros, las ambigüedades profundas que coexisten en el proyecto del poeta pensador, como si cada esfuerzo y cada creación se confrontaran a una infamia posible. Del mismo modo, que no hay que reivindicar una raza, no se debe tampoco imitar al Oriente: éste solo existe por la construcción de un espacio liso; así como la raza solo existe por la formación de una tribu que lo puebla y lo recorre. Los dos filósofos franceses hacen la diferencia entre el pensamiento clásico universal y el pensamiento nómada. Kenneth White se había alejado del Ser y del Sujeto y sostienen que se reclama del celtismo.

Esta fue la respuesta de Kenneth White a dichas objeciones: “Si yo he evocado mucho el espacio, no era necesariamente un “espacio liso” —en ese caso las referencias de Deleuze y Guattari corresponden al nomadismo etnológico (en tanto que mi nómada intelectual es fundamentalmente una figura solitaria). Y sobre todo, en ningún momento he hablado ni nunca hablaré de una “raza” en particular. Esta palabra no forma parte de mi vocabulario ni de mis categorías de pensamiento: yo he hablado de áreas lingüísticas, de corrientes culturales, de espacios…” Se había referido de paso a una corriente celta, intelectual y poética que atravesó la cultura europea desde los siglos V y VII, hasta Victor Segalen y cuyos rastros podían seguirse hasta en Norteamérica con el mejor Jack Kerouac, pero nunca había hablado de una “raza”.

 

NOTAS

(15) “L’Esprit nomade” (ensayo) por Kenneth White, Éditions Grasset, París, 1987.
(16) “Mille plateaux” (ensayo) por Gilles Deleuze et Felix Guattari, Éditions de Minuit, París, 1980.

 

acerca del autor
Héctor

Nació en Cusco (Perú). Vivió en Buenos Aires de 1959 a 1962. Estudios en la Facultad de Letras de la Universidad de San Marcos de Lima. Sus cuentos fueron publicados en revistas literarias. Reside en Francia desde 1969. Publicó en francés “Le chemin des sorciers des Andes”, Robert Laffont, París, 1976, “Botero s’explique”, La Résonance, Pau (Francia) en 1997, “El camino de los brujos andinos” en Diana de México, 1998 y la novela “Diablos Azules”, Editorial Milla Batres, Lima, 2006. La edición francesa de la novela “Démons bleus à Cuzco”, Éditions La Résonance, Pau (Francia), 2009. La reedición en español de "Diablos Azules" fue publicada por Éditions La Résonance, Pau (Francia), 2010. Acaba de publicar la voluminosa novela en francés “Le Nomade stellaire” (El Nómada Estelar), Éditions L’Harmattan, París, 2018. Desde 1976, es miembro de la Société des Gens de Lettres (SGDL) de París y de la Société Civile des Auteurs Multimédia (SCAM). Entre 1981 y 1999, ha colaborado en semanarios y revistas de París y en diarios latinoamericanos con artículos sobre literatura y arte. De 1998 al año 2000, fue director de la revista en francés Résonances que —a partir de enero de 2001— se convirtió en el website, Resonancias.org.