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Desde 2001, difunde la literatura y el arte — ISSN 1961-974X
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Narrativa
2 1 2014
Mîchael Baraibar (primera parte) por Elvira M. Melián

"Dijo el profeta Mahoma, bendígale Dios y le salve: Yo he llorado porque me ha demostrado mi Señor una isla que se llama Andalucía, que será la más lejana isla que se poblará del Islam, y será la más primera de la que el Islam será retirado de ella".
Oráculo de Mahoma sobre la Andalucía musulmana de los últimos tiempos.
Aljofor aljamiado-morisco, Mss. 744, Fondo Árabe, Biblioteca Nacional de Paris

En nombre del Dios justiciero y misericordioso lego a mi primer descendiente varón y ansí al su descendiente y a los que desta condicion fueren nasciendo esta escritura y mándoos que non escusaredes de su custodia e non la mostreis sin causa pues deste modo os digo que llámannos Baraibar en acatamiento a la pragmatica dada en el primero dia del mes primero en año de cristianos MDLXVII con ordenamiento de fablar e nonbrarse al uso dellos y ansi  digoos que descendientes sois del servidor de Dios Abchafar ben Haibar ben Mardanix muerto el onceno dia de safar del año de la Hegira MCCXXVIII ~ Que fuere sabib asorta como galardon  por sus merescimientos que fizo el Amir Almumin Al~Nasir lidini Allah a más de dos alquerias en AlBuxarat nonbradas Tarub y Badr.
Dignese dios faceros dueños dellas que soislo por linage y holgárame dello al tenellas por vuestras con grande contentamiento en verlo en presencia de Dios pues presto dexaré aquesta vida y ansi cuando pudieredeis por ser al vuestro parescer ocasión dello os manifestareis al Diwan albirr faciendo entrega desta mi escritura, que costancia quedó della por ser merced del dicho A~Almuminin encomiendando la vuestra personeria a un alfaqui y talmente  en el presente hallòme anciano y adolorido, que embarasoso me e aparesce el facer de escribano y ansi dexoos. Que la paz sea con vosotros y ruegoos y vos pido reciteis algun? salat en la recordación, desde que vos escribio en lenguage romance y diólo fin en Lacant en el tercero dia de Abril y año de MDC.

Mîchael Baraibar

Lacant, jueves segundo día de Marzo de 1600
Desde esta noche el viejo Alhodrí por fin reposa en blancos linos. Vengo de su entierro más triste por los aún vivos que por él y por mí mismo, que ya permaneceré poco tiempo en esta condición. Apenas éramos veinte los reunidos con gran congoja para la zalá (1) en el sótano del amigo Luis Alcora, aunque la velada terminó con gran pacificación de nuestras almas. Antes a Alhodrí ben Mardanis lo cubrió una parte de esa tierra antaño estéril que se ha nutrido de nuestra sangre y sudor para luego sernos arrebatada por vuestros monarcas. En su lecho de muerte el viejo amigo me hizo prometer que escribiría sobre el íntimo desgarro que ha supuesto para nuestro pueblo la expulsión de Al-Ándalus que Mahoma auguraba en su profecía. Este pensamiento lo ha consolado en sus últimos días y alivia los míos propios ahora que me hallo anciano y adolorido tan lejos de mi Granada. Embarazoso se me hace hacer de escribano por mi salud y desaliento mas es mi oráculo haceros llegar la memoria de los ben Haibar ben Mardanis y encomendaros que la custodiéis junto con mi escritura hasta que sean retirados por mis descendientes.  Vuestra firme y fiel amistad hace posible al menos pretenderlo, sea pues que acataré los deseos de mi amigo antes de que el cuerpo imponga sus mandatos.  
Sabéis que hemos sido denostados y ultrajados por los cristianos pero nuestra sangre permanece en las alquerías, tierras y haciendas nazaríes donde es legado la tierra que nos cobijó por siglos. Como cristiano viejo desconocéis la pesadumbre por no poder deleitarse una última vez sobre aquél atardecer en la Alhambra avizorado desde el Albaicín que vos aún podréis disfrutar. Muchos años ha que tan sólo veo ese paisaje con los ojos del alma no menos poderosos que los corporales, y más benevolentes con la ancianidad. Tal vez el triunfo final del Islam permita a mis hijos ser bendecidos con vuestra misma fortuna. De ser así me holgaré con grande contentamiento en presencia de Dios pues presto dejaré aquesta vida de soledad y dolor para acompañar a mi amigo en su último viaje.
  Ahora he de dejaros para seguir mañana. Siento que me falta el aliento y puesto que mis mañanas deben ser escasos y el negocio de testimoniar mis recuerdos de gran importancia hace de tomar con mucho cuidado el envoltorio corporal hasta terminarlo. Sed con Dios,
Mîchael Baraibar.

Lacant, viernes tercer día de Marzo de 1600
   El marqués de Villena ha conseguido evitar mi traslado desde Lacant al interior aduciendo mi vejez y el provecho que se me concede permitiéndome permanecer a su lado. Como un ángel me ha protegido de los edictos de vuestros gobernantes pese a lo grande de mí padecer, pero os confieso que sin ningún cuidado a la verdad. Pues si en lengua romance escribo y firmo Mîchael Baraibar en acatamiento a la pragmática del día primero del mes primero de 1567 (2) en mi corazón soy el último integrante de un linaje nacido del esplendor de nuestra córdoba omeya bajo el protector abrazo del gran Amir Almuminin al-Nasir Lidin Allah (3) hace 700 años.
   Tan solo el Profeta conoce por qué hame sido dado el permanecer en tierra hostil sobrellevando la dolorosa carga de ver partir  mis hijos y sus familias hacia Argel ha tres años ya. No es éste un hecho natural, pues que mi vida presente es muy limitada por el deterioro físico siendo que veo escasamente y me muevo con dificultad. Mis días se ocupan en satisfacer mis necesidades elementales a tal lentitud que poco tiempo queda para el espíritu. Sigo en todo lo posible los preceptos de Mahoma, zala, guado (4) y comidas, y ejercito la taqiyya (5) porque deseo morir en las viejas tierras del Al-Ándalus donde nací. Más temo que en la hora final habré de declararme abiertamente musulmán para ser enterrado en tierra profunda y virgen según nuestros ritos, y por ello puedan ser castigados aquellos que me han protegido.
   Alhodrí insistía en que sacarán grande aprovechamiento nuestras almas en que yo manifieste a nuestros descendientes las tribulaciones de nuestro linaje por más que ahora me tiemble el pulso y la voluntad se afloje ante la debilidad de la carne. Sea cierta o no su creencia restituyo en el empeño parte de mi deuda con este morisco a cuya generosidad debe mi familia la supervivencia cuando llegamos a esta ciudad desde Cazorla en 1597 para organizar el viaje a Berbería de mis hijos. Los ben Mardanis han habitado en Lacant por siglos pues que sus ancestros dirigieron los destinos de Murcia y Valencia  hasta 1238 (6), mas hoy es del amigo íntegro y virtuoso de quien debo aseguraros que no fue una enfermedad del cuerpo sino la tristeza del alma quien lo mató cuando llevaron a su hijo a las cárceles de la inquisición. Impotente debió contemplar como cristianos viejos, vecinos y amigos que parecieran apreciarle, delataron a su heredero. Pero más oprobio para su corazón fue la denuncia por los suyos desde las mazmorras donde ellos mismos eran prisioneros; la miseria física engendra miseria moral y ha muchos siglos ya que nuestro pueblo la sufre. Acusado de hereje y apóstata su primogénito fue apresado con secuestro de bienes, torturado por la garrucha y enviado a galeras sin que nunca volviera a saber de él. Podréis imaginar su dolor pues que vos sois también padre y habéis sufrido pérdidas. El único mal de Hernando Ben Mardanis fue ser hombre justiciero y misericordioso en tal grado que Alá nos ofrendara en su persona un consuelo para nuestros infortunios. Durante años al cuarto jueves de cada mes viajaba desde Lacant a Cazorla para leer el libro del Alcorán a más de veinte almas, ya recogidos los cristianos viejos en sus casas. Admirado y alabado en su humildad su presencia tornaba en esmalte de esperanza la oscuridad de la cueva donde nos reuníamos, cual la luna llena relumbra sobre la opacidad de la noche. Al calor del fuego hacíanos oráculos y profecías e interpretábamos sabiamente los sueños. Creedme que soy testigo de la gracia que Mahoma depositara en él pues allá por 1590 adivinó la muerte de mi  hermana en Orihuela, el forzoso destierro y la venidera separación de mis hijos. Sus brebajes mejoraron nuestra salud y nuestro espíritu y gracias a sus ensalmos salomónicos no perdió mi hija su primogénito amenazado por la maléfica elfa con grandes dolores y sangramientos en los primeros meses del embarazo.
   Cuan necesitados estamos de aquella ciega esperanza. Vos os recreáis en la fortuna no tan cierta como puede parecer de no tener que despedir a vuestros seres queridos arrojados lejos de Al-Ándalus,  ni conoceréis de la miseria física y moral de un exilio desolador que nos ha convertido en extranjeros sin esperanza ya sea en la península o en los arenales de países demasiado lejanos en nuestra biografía para sernos familiares.  
   Nuestra herencia material y espiritual ha sido usurpada. Hoy dudo de la trascendencia de nuestra medicina como dudo de casi todo. Alhodrí y yo no vimos libre al cautivo ni retornado al proscrito pese a beber una y otra vez el agua con la fórmula benefactora de Mahoma. Quiero creer que al menos ahora su alma puede trenzar con la de su hijo zambas y leilas (7) alrededor de la lumbre.
   Que la paz sea con vos,
   Michael Baraibar.
   
Lacant, domingo quinto día de Marzo de 1600
   Sed con Dios al que plego para que gocéis de buena salud. Aquí hace frío y os escribo mientras me cuida una esclava negra que me ha cedido generosamente el marqués y que se preocupa cada vez que salgo a la calle por si termino mis días apedreado por muchachos jóvenes como recientemente ha ocurrido en otras partes de España. Ignoro por qué puede creerse que morir de achaques, vejez y soledad es menos doloroso que hacerlo en una prisión ya sea esta sin barrotes.
   Habrá llegado a vuestros oídos que grandes delitos de muerte, saqueos y robos han sido atribuidos a los musulmanes granadinos residentes en Levante. Al parecer desasosegamos a los cristianos nuevos de Valencia e incitamos al levantamiento, por eso se nos inculpa una y otra vez con pragmáticas plagiadas. Olvidados vuestros monarcas de que Mahoma y Jesucristo convivieron en hogares y pueblos durante siglos temo que aún nos esperan grandes dificultades si no lo es la aniquilación total.
   Siento que tras el amigo Alhodrí ha de ser la ocasión de hablar de mi linaje pues ignoro si en el futuro habrá lugar. Hace tres años ya y tras muchos meses de plática alrededor de la lumbre mis descendientes se reconciliaron con los arreglos iniciados por Alhodrí y quien os escribe para que abandonasen esta tierra en un bajel a Berbería el octavo día del mes de Junio de 1597. Desde que en 1570 fuimos expulsados de Granada habitábamos en las baraYila (8) de Jaén cerca de nuestras viejas alquerías Tarub y Badr (9). Llegamos allí sin posesiones materiales y partimos sin ellas a través del camino de Caravaca hasta Orihuela donde nos esperaba Alhodrí para traernos a Lacant. Tras 27 años de tenaz trabajo como arrieros habíamos levantado una casa-cortijo lindando el arroyo de los Habares (10) con corral, caballeriza, dos cocinas, bodega y tres cuartos. En él habitábamos, humilde pero venturosamente, mis dos hijos e  hija con sus familias y yo mismo bajo la protección de las baraYila. Al abandonar el pueblo dejamos depositario a Juan Robradillo cristiano viejo, de la casa con una heredad de 6 marjales (11) sembrada de cebada y lino, una haza de cuatro cuerdas (12) lindando con el arroyo y el camino, y una haza que llaman la hoya de los halcones con catorce cuerdas de labor y siete inútiles. Dos meses más tarde estos bienes serían secuestrados y hechos almoneda a la salida de la iglesia. Quiso el Profeta que presenciara este saqueo cuando retorné por encomienda de mi familia para recoger una almohada de lienzo extraviada con las diligencias del viaje donde llevaban seda, paños, cojines y capas. En la almoneda estuvieron presente los más de los cristianos viejos vecinos de la villa que no se apercibieron de mi presencia; ciego es aquél que no desea ver y hacía tiempo era yo invisible.
   Entonces no conté la verdad a mis descendientes de suerte que evitaran padecimientos inútiles durante su establecimiento en Argel ni acudí a un alfaquí para reclamar nuestros derechos; un pronóstico había visto en un astrólogo de Lacant sobre mi pronto viaje hacia la eternidad y preferí hacerlo huero de pertenencias. Mas acaeciera que durante meses diósenos en soñar a Alhodrí y a mí con una luna relumbrante sobre el cortijo, augurio de restablecimiento de señorío y fortuna. Es por ello ahora mi deseo darles cuenta de la verdad siendo que ya han encontrado asiento en Argel.
   Aún sabiendo los inconvenientes del encargo el licenciado Vallejo se ha ofrecido a dejaros a vos este testimonio y mi escritura en su ruta hacia Berbería el octavo día del próximo mes de Abril. Llegado allá les comunicará a mis hijos vuestras señas por si tras mi muerte, hecho natural, se dan las condiciones de enmendar los latrocinios cristianos. No deseo arriesgar el pliego de mis últimas voluntades en un incierto viaje marítimo dadas las noticias que llegan de allende sobre sus peligros.
   Hay otro motivo para este esfuerzo y vos lo juzgaréis. Hace tres años y embarcados en el camino del destierro la seguridad de mi familia me reprimió para hacerla conocedora de su origen por temor a las represalias cristianas. Hoy siento, acaso sea demasiado tarde, que son peores las tinieblas de la ignorancia y es para ellos tiempo de conocer. Conocer que son descendientes del servidor de Dios Abuchafar ben Haibar ben Mardanis muerto el noveno día de safar del año de la Hégira de 728 (13) quien llevaba en su persona sangre omeya y muladí. Conocer que los ben Haibar son descendientes del hachib (14) Badr quien allá por el año 300(15) cabalgaba como jefe de caballería del gran Al-Nassir Lidin Allah por tierras de Jaén con un ejército que en tres meses conquistaría las más de sus alquerías y fortalezas. Por sus merecimientos se le concederían en el clima de Al-buxarrat (16) las alquerías de Tarub y Badr en la sierra de Cazorla, habitadas por los ben Haibar durante siglos y usurpadas en 1571 (17). Mucho antes vuestros gobernantes habían traicionado las promesas que vuestros monarcas firmaron con Boabdil en 1492. Fuimos despojados de nuestras tierras, bautizados a la fuerza y relegados en una comunidad cada vez más acorralada; desde 1567 hurtados de nuestros vestidos, ceremonias, baños, fiestas, lecturas y títulos de propiedad,  y desde 1570 obligados a abandonar Granada.
   En uno de los edictos recientes se nos acusa de falsedad exterior, de herejes y apóstatas. ¿Cómo no serlo? ¿Dónde están nuestros filósofos, nuestros médicos, leyes y sabios? Pobres, incultos, necios, demasiada carga y demasiados siglos de ella para no sucumbir y hacerla realidad. Así se desentraña la decadencia del alma de un pueblo y se puede comprender que la de este fingido Baraibar y sus herederos hoy en Argel sea tan apartada de la excelencia de sus predecesores.
   Mas no hagamos más quejas inútiles y consolémonos con disfrutar de esclava negra después de tantos años sin licencia. Os saluda,
   Mîchael Baraibar.
   

1 Oración sobre estera mirando al Oriente, con subida y bajada de cabeza mientras se hacen recitaciones.
2 Proclama en Granada y el Albaicín de la Pragmática de Felipe II por la cual los granadinos perdían su lengua, ceremonias, documentos, baños, vestimenta y todo signo de identidad.
3 Adb-Alderramán III (890-961).
4 Lavado de brazos, de manos a codos, cara, boca, nariz y oídos, piernas y partes pudendas.
5 Disimulo de creencias bajo apariencia de cristianos permitido en el Corán para conservar vida y fe.
6 Muhammad ibn Mardanis, el rey Lobo, (1124-1172) fue señor de Murcia y Valencia. Zayyan ben Mardanis (¿-1270), último rey de Valencia y gobernador de Murcia, a la que en ese momento pertenecía Alicante.
7 Danzas típicas.
8 Cadena montañosa.
9 Tarub: hechizo; Badr: Luna llena
10 Afluente del Guadalquivir
11 Del árabe al-marah, medida agraria granadina de 5 áreas y 25 centiáreas.
12 Medida agraria similar a 1 fanega, son 29 áreas.
13 En calendario cristiano 11 de febrero de 1327.
14 Primer ministro o visir.
15 En calendario cristiano año de 913 d.C.
16 Clima de Al-buxarat equivalente a la Cora de Jaén durante el emirato y califato.
17 Firma en Aranjuez de decreto confiscación de todos los bienes moriscos tanto de paces como de guerras por Felipe II.

 

 

acerca del autor
Elvira M.

Elvira M. Melián es escritora de investigación histórica. Doctora en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Madrid y especialista en Endocrinología y Nutrición. Máster en Ciencias Históricas Universidad Rey Juan Carlos. En la actualidad trabaja en un Hospital de Madrid, ciudad en la que reside. Junto a su labor sanitaria, ha realizado numerosos trabajos de investigación sobre la presencia de la mujer en la Institución Libre de Enseñanza y las figuras femeninas díscolas durante la España Moderna, todos ellos publicados en prestigiosas revistas especializadas. Estos trabajos y el libro “Para los que no vieron”, ed. Do Castro, 2006, sobre la figura de Francisco Lamas, médico e intelectual y último alcalde republicano en Lugo previo a la Guerra Civil, son ejemplos de su quehacer literario e investigador en su faceta de escritora.