Continuación de la Introducción a El Hogar Infinito por Rafael A. Jara Vicente
Al igual que la vida no pide permiso para hacerte feliz o desgraciado, no avisa que mañana te va a tocar la lotería, o que la persona a la que amas ha enfermado de cáncer, los sentimientos que provoca el autor en este auténtico tour de forcé narrativo, son feroces, hermosos, inquietantes y, en ocasiones, terribles. Tampoco pide consentimiento para ello, no avisa al lector, que sumergido en la novela sólo puede hacer una cosa, continuar leyendo.
Estoy decidido a no desvelar nada de la trama para no privar al lector del placer de descubrir cada rincón, cada recoveco de esta joya, diferente incluso en su arquitectura narrativa. El autor, de forma deliberada, nos cuenta a modo de diario las peripecias del protagonista, en una sucesión de situaciones que hacen que casi podamos sentir las náuseas de esa mente embotada por el alcohol y a la vez lúcida, el dolor de ese alma torturada por la vida, que a pesar de todo, tiene también sus pequeños momentos de alegría.
Cual no será nuestra sorpresa al descubrir que a medida que la novela se desarrolla todo va encajando, como en un puzzle, cada pieza en su sitio, y cuando por fin colocas la última, es cuando eres realmente consciente de la belleza que conforma el conjunto.
El hogar infinito es, sin lugar a dudas, una novela diferente. Literatura con mayúsculas.
Alvaro Gutiérrez Maestro, nacido en Madrid, ha residido y trabajado en Dublín (Irlanda) y Santa Fe (Argentina). Escritor de novela y relato, ha compaginado su faceta literaria con la de músico, profesor o trabajador en el campo de la acción social. Además, es colaborador habitual de distintos medios especializados de ámbito cultural. "El Hogar Infinito" (451 Editores) es su primera novela.