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Desde 2001, difunde la literatura y el arte — ISSN 1961-974X
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Poesía
1 1 2012
Especies de animales extraños (poemas) de Jeremías Marquines

II

Impresiones de Dakkla:
El tiempo que construye casitas de pájaros a los dementes.
Tus senos que aletean en medio de un jardín donde un grillo
empuja una carreta desastrosa y miles de seres diminutos,
ricamente ataviados, observan el golpe inmanente del amo de hadas.
Una cabalgata de danzantes feéricos en una playa a la luz de la luna, desnudos,
después de saquear los tesoros de Lidia.
Un muro donde las migraciones pasan llevándose el sonido.
El anochecer que traza puentes que bajan de las claridades de tu boca.
Un cuchillo que pende del hilo de mis genitales
como los lagartos del color del Nilo.
Mi cabeza que flota en el humo de tu sexo.

 

III
Recuerdos de Dakkla:
Una navaja entre dos virginidades nebulosas.
Un árbol que junta huesitos de grillos para la tarde.
Un camino que pasa de largo preguntando tu nombre.
El color de tu sexo que lamen las hojas del naranjo.
Un caballo que abre las puertas cerradas del planeta
por donde entran oleadas de sílabas muertas.
La infancia que migra más allá de tu espalda para tatuarse
en la imagen blasfema del destino.
Una dulzura miserable que prolonga sus formas en algún
antepasado del amor venido en los aromas al otoño.

 

IV

 

Para Citlali Guerrero

Trato de no pensar en tu sexo mientras escribo.
Una columna de hormigas pasa confundiéndose con un ciervo.
En una celda dos gnomos leen a Spinoza, y es imposible
que la eternidad sea un pájaro carpintero
que da la bienvenida a la lluvia. Escucho.
Las hormigas me sugieren un abeto poco civilizado
que los pájaros desprecian.
No tengo manos, tengo demoras tatuadas por castigo.
Entiendo que afuera el mundo se desarma,
que lejos de tu sexo, destinado a detener la muerte,
no se puede vivir.

 

VI
Me gusta la quietud de tus senos hechos
de endecasílabos donde nada suena.
Un pájaro trata de engañarme metiendo su cabeza en
un clavicordio y pregunta si he dejado de quererte.
Dibujo en tu espalda una adormidera de pupilas magenta.
Es junio, lo recuerdo por la profundidad del color que asoma
en la desembocadura de tus labios y porque no he vuelto a extrañarte.
Imagino si allá, el aire también es una barcaza que se hunde
azotando paredes cubiertas de hormigas. Imagino
que haces tú, mientras la asfixia ilumina mis órbitas, y
la tristeza abandona su forma de ave para acuchillarme.
Imagino si también allá, la luna es el perfil de una daga
que brilla sobre la almohada. No obstante,
un pájaro trata de engañarme,
lo sé, porque tus senos nacieron
con sabor a menta, y en tu sexo
un búho pequeño se desangra.

acerca del autor
Jeremías

Jeremías Marquines, Villahermosa (México), 1968. Poeta y periodista. Radica en Acapulco. Forma parte del Sistema Nacional de Creadores de Arte del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Obtuvo el premio internacional de Poesía Jaime Sabines en 1998 y los premios nacionales Efraín Huerta en 1996, Clemencia Isaura en 2003 y Valle del Yaqui 2003. Tiene publicados: “El ojo es una alcándara de luz en los espejos”. Fondo Editorial Tierra Adentro, México 1996; “Las formas de ser gris adentro”, Editorial Praxis, Estado de Tabasco, 2001; “Las formas del petirrojo”, UNAM/La Tinta de Alcatraz, 2001; “Duros pensamientos zarpan al anochecer en barcos de hierro”, Universidad Autónoma de Tabasco, 2002; “Varias especies de animales extraños cubiertos de piel jugando en una cueva con un pico mientras Richard Dadd observa desde un calabozo de Bethlem”, Instituto de Cultura de Tabasco, 2008; “Bordes Trashumantes”, Instituto de Cultura, Sonora, 2008 y ¿Donde tiene el hoyo la Pantera Rosa?”, El Celta Miserable, Ed. Letras de Pasto Verde, Orizaba, Veracruz, 2009.