En sus tres narraciones, Alfonso Navarro ha logrado captar instantáneas de la vida de la cual el narrador se alimenta. Su prosa es ágil, llena de frescor y sugerente. En su primer cuento, relata en pocas palabras la manera como percibe el mundo un niño diferente a los demás. En otro, la nostalgia por el ser amado se ha pegoteado en los objetos y las vestimentas de una habitación vacía. Y en el último, narra un instante en un café que gracias al autor se dilata para mostrarnos los circuitos que se han establecido entre mujeres y hombres.
Alfonso Navarro (1979), natural de Burriana, un pueblo de Castellón (España) en el que todavía reside, demasiado cercano al mar. Escribe cuentos desde que tiene uso de razón, aunque eso sea demasiado poco tiempo. Hasta el momento ha visto publicado algunos de sus textos en algunas revistas digitales como Oxygen y en alguna en formato papel como la Revista Voces. Tiene dos libros inéditos además de unos 200 cuentos. Escribe por las noches y vive por la mañana, y no se cansa de hacerlo, no puede hacer otra cosa. Mientras tanto sigue trabajando para poder ganarse esa vida.
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