Henri Rousseau, llamado el “Aduanero”, nació en 1844 en Laval (Francia) —como su amigo el dramaturgo Alfred Jarry— y murió en París en 1910. Estudiante mediocre, abandonó sus estudios secundarios y trabajó en el estudio de un abogado en Angers. Después de haber hecho su servicio militar, obtuvo un puesto en la Oficina de Arbitrios de París. Artista autodidacta, su cargo le permitió consagrarse al dibujo y a la pintura. A partir de 1886, expuso con regularidad en el Salón de los Independientes. En 1893, se jubilará anticipadamente para consagrarse al arte, destacándose por su talento, su composición y su don de colorista.