El escenario del cuento de Ariel Bustos es su barrio, en el conurbano sur de Buenos Aires. Narra las tribulaciones de un joven que vive entre el sueño y la realidad. Pasa por toda clase de aprendizajes, los de la vida y el aprendizaje del periodismo en una publicación de su ámbito. Vive el asedio telefónico y por carta de la misteriosa Juliana quien, con su arte ancestral de manipuladora, consigue conducirlo hasta el altar de la iglesia.

Ariel Bustos nació en Buenos Aires en 1983. Después de recibirse de bachiller y de sobrevivir dos años en blanco, entre muchas lecturas, largas caminatas y sus primeros intentos de escribir, decidió cursar estudios de computación con éxito y dio pequeños pasos en el periodismo. Considera que escribir ficciones es como jugar a la pelota o manejar, no se aprende en una escuela, sino con la lectura, con la práctica y sobre todo, viviendo. Ha colaborado en revistas de Internet como Mis Escritos, Voces y El Hablador, además de haber sido convocado a sitios como Sane Society.org o Dae Poetas.com.
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