Tulio Mora encarna una de nuestras voces poéticas vivas más importantes. Pertenece a aquella generación que sirvió de puente a la poética del setenta, en cuya década pasó a integrar las filas del Movimiento Hora Zero. Su último poemario a la fecha, Oncecielos (Lancom Ediciones, 2018), nos presenta una versión de la realidad secuestrada por el absurdo de la violencia y la guerra, que parece ser la única realidad posible a los ojos de nuestro tiempo. (Continúa en la página interior).
(Publicado en el semanario Caretas de Lima, el 15/11/18).
Tulio Mora [Huancayo, 1948 – Lima (Perú) 2019], estudió en la Facultad de Letras de la Universidad de San Marcos. Durante sus estudios en los años 1960 formó parte del grupo "Estación Reunida" junto con otros poetas y en los 1970 adhirió al Movimiento Hora Zero. Ha publicado “Mitología” (1ra. edición, 1978, 2da. edición, 2001). Viajó a Argentina y luego a México donde el Instituto Nacional de Bellas Artes le concedió una beca. Vivió en Ciudad de México durante cinco años. A su regreso a Lima, publicó “Oración frente a un plato de col y otros poemas” (1985), “Zoología prestada” (1987), “Cementerio general” (Premio Latinoamericano de Poesía, 1ra. edición, 1989, 2da. edición, 1994, traducido al inglés por David Tipton y C.A. de Lomellini bajo el título “A mountain crowned by a cemetery”, Red Beck Press, Bradford, Inglaterra, 2001), “País Interior” (Premio de Plata Copé, 1994) y la antología solicitada por Roberto Bolaño “Hora Zero la última vanguardia latinoamericana de poesía” (Colección Ateneo, Venezuela, 2000). Siguió publicando sus poemarios “Simulación de la máscara” (2006), “Ángeles detrás de la lluvia” (2009) y “Aquí sobra la eternidad” (2012). En el género periodístico ha escrito artículos contra las masacres, las matanzas en los penales limeños y las matanzas a campesinos en las décadas de 1980 y 1990. Su poesía ha merecido diversos estudios, entre los que destacan los de Consuelo Hernández (Universidad de Washington, EE.UU.), Jill Kunheim (Universidad de Austin, EE.UU.) y José Cerna.