Al mostrarse hermético en su poesía no quiere decir, necesariamente, que Louis Bardales sea evasivo. Sería un contrasentido decir que si su poesía es hermética, es a la vez desnuda, concisa y preciosista (malentendido que ya había ocurrido con Giuseppe Ungaretti). Si el hermetismo consiste en hablar en clave (como los códices mayas), no es esta una poesía hecha de lugares comunes puesto que los clichés son inteligibles en la medida en que todos estamos en posesión de la clave para entenderlos. El lector avezado en poesía podría entender que Bardales tiene la osadía de dejar hablar en voz alta su propio inconsciente, va de su fondo inconsciente a su creación envuelta en expresiones como «santo perro de la calle», que se convierte en una especie de estribillo. En una demolición de la gramática (función del auténtico poeta que no es mero versificador), la creación adquiere ribetes de una poética en la que lo que importa no es el mensaje sino la vida misma de la obra. Si bien estos poemas se resisten una primera lectura, a una segunda y a una tercera, tampoco podríamos hablar de un hermetismo extremo al estilo de Rilke. Rubén López Rodrigué
Louis Bardales (Guatemala, 1988), poeta y cantautor bilingüe, profesor de música y guitarrista fingerstyle. Su poesía en inglés se encuentra en las revistas en línea Pinwheel, Otis Nebula, y Phantom. Ha publicado sus poemas en español en las revistas en línea Te Prometo Anarquía y Cronopio. Las poesías que ahora publica han sido extraídas de dos antologías en español, La Boda de la ametralladora (inédita) y Eje (inédita). Sus poetas preferidos son Barbara Guest, Philip Lamantia y César Vallejo. Ha vivido en Guatemala. Reside ahora en Chicago con su esposa, su labrador y su gato, y da clases de guitarra en el Old Town School of Folk Music. Búscalo en Facebook y Instagram.