Este texto, con un estilo cercano, directo y coloquial, es una revisión del clásico debate del mal en el mundo, su génesis metafísica y su convivencia con el ser humano. También presenta la pretensión del hombre de poner un fin a ese mal (final para la historia) desde la mejora del mismo ser humano: la conversión en un ser espiritual, el ángel de la guarda, un ser que procede a una salvación de los otros, que consuela y que da garantías. Y todo desde deseo desde un contexto judeo-cristiano.  En definitiva se trata de un diálogo interesante entre un ángel y un mortal. Es una conversación cultivada y longeva; es una predisposición hacia el otro (alter) sincera y honesta. Pero la grandeza de este relato viene de la sencillez: de la capacidad de tratar temas de gran profundidad con un lenguaje próximo y afin a cualquier lector. Eso nos afirma la calidad y la pluma del autor. Desde luego Maria Escobedo Barrera ha sabido llegar a lo más hondo de la existencia humana. No por una casualidad siempre ha estado en la tarea literaria (genero fantástico) y se encuentra en la gestión de la novela Niarok. El principe rebelde. Antonio Guerrero.

• El Ángel que lloraba entre cubos de basura por María Escobedo Barrera